lunes, 16 de junio de 2008

Y siempre vuelves a mi mente...



¿Quién eres que siempre estás presente? ¿Quién eres que no te puedo olvidar? Siempre me pregunto el por qué cuesta olvidar a un amor, que a pesar de los años y las desilusiones basta un llamado, el cual altera mis sentidos y mis emociones, no porque el amor vuelva, sino por la combinación de sensaciones que trae consigo esa llamada, donde una par de palabras provenientes de esa voz que algún día te era placentera escuchar, luego se vuelve fuente de recuerdos cargados de tristeza. Y así comienza el cuestionamiento, por qué llama; por qué si ya le dije que no más; por qué si estoy tan lejos de él; por qué si la verdad es, que necesito de nuevo amar.
Siempre me pregunto si aún lo amo, pero creo no. Sí, siento cosas por él, pero es rabia, es pena, es desesperación, pues algo se aprieta en mi pecho como pidiendo respuestas, pidiendo ayuda, pidiendo gritar, pero no puede, por que ese algo en mi aliento lo que yo deduzco como mi alma, que si me deja me muero, por lo que tiene que resistir atrapada en mi pecho soportando más penas, más desilusiones, más dolor…